El Eneagrama es una herramienta que describe 9 tipos psicológicos y sus comportamientos en un estado centrado (esencia) y en un estado descentrado (ego). Este estudio nos revela aspectos nuestros y de los demás, que muchas veces nuestra personalidad pretende ocultar o justificar. Identificar tu eneatipo es una inversión en tu autoconocimiento y una invitación a elegir desarrollarte como persona.
Utilizar este método de forma abusiva o justificativa de tus conductas, lejos de generar lo anterior, terminará produciendo un estancamiento y un retraso de tu evolución y crecimiento personal. Cualquier herramienta, por más poderosa que sea, no está exenta de ser mal utilizada. En mi opinión, mientras más poderosa es la herramienta que utilicemos y más capacidad de impactarnos positivamente, es más riesgoso utilizarla inadecuadamente y producir el mismo impacto pero en efecto contrario.
El eneagrama es una herramienta que debe ser utilizada con responsabilidad. Siempre le digo a mis pacientes que es importante utilizar el CONOCIMIENTO (y más aún el autoconocimiento) con RESPONSABILIDAD. Por esta razón, en este artículo, te comparto algunas claves para utilizar el eneagrama de forma responsable:
1. La única forma de identificar tu eneatipo es participar activamente para lograrlo:
Reconocer tu eneatipo es un proceso de identificación y auto descubrimiento, no delegues ese trabajo a un test. No existe un test que pueda definir quién eres, utiliza el eneagrama desde el estudio y la profundización. No te limites a responder un simple cuestionario con la promesa de: “Responde las siguientes preguntas y te diré quien eres”. Caer en lo anterior implica el gran riesgo de terminar mal identificado y no poder lograr los beneficios de esta herramienta. Para identificar tu eneatipo es importante que participes activamente en un entrenamiento o en el estudio profundo de esta herramienta. Algunas veces lograr identificarte sólo es un proceso más lento y difícil, pero aún así es posible hacerlo solo si eso es lo que prefieres.
2. Permite a las personas identificarse por ellas mismas:
Si tienes la capacidad de descubrir el eneatipo de las personas de tu entorno, nunca se los digas, ni aún cuando ellos te lo pregunten. No es conveniente privar a nadie de trabajar en el estudio de su identificación. Estudiar el eneagrama es estudiarnos a nosotros mismos, en nuestras virtudes y limitaciones. Puede resultarnos doloroso el hecho de comprender que lo que creemos ser, se basa en una distorsión conceptual. Sin embargo, no es posible ser conscientes de quienes somos sin esta confrontación. Evolucionar, transformarnos y desarrollarnos es una elección personal, cualquiera puede hacerlo, pero no todas las personas lo harán.
3. No te encasilles en un eneatipo:
Cuidado de no encasillarte en tu tipología, tampoco encasilles a otras personas. Recuerda que lo valioso del Eneagrama es trabajar en tu integración y desarrollo y no en tu descripción o diagnóstico. Lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo y elegir reconocer tanto tus aspectos positivos como negativos. Ama tus virtudes, pero también ama tus limitaciones. La aceptación es el primer paso para luego poder trabajar en tu transformación y desarrollo personal. No te fuerces a encajar dentro un modelo de personalidad, más bien utiliza el modelo como una herramienta para aprender de tí y con el tiempo poder descubrirte qué aspectos te describen y cómo mejorarlos.
4. El eneatipo no describe a la persona:
Recuerda que los eneatipos no describen a la persona, sino que describen aspectos de su psiquis y posibles comportamientos. Todas las personas tienen posibilidades infinitas cuando están conscientes y toman decisiones desde ese lugar. El eneatipo no es una limitación descriptiva, es más bien una invitación a reconocer nuestros comportamientos compulsivos y mecánicos, para poder elegir responder de una forma más sana y beneficiosa para nosotros mismos y nuestro entorno. Un eneatipo no describe la calidad o calidez de una persona, ni tampoco sus capacidades o talentos. También es importante que recuerdes que no existen tipologías buenas ni malas, tampoco hay tipologías mejores o peores. Si bien puede ser cierto que la sociedad valora más algunas características de personalidad que otras, no se trata de lo que se establezca culturalmente. El trabajo personal tiene que ver con reconocer quién eres y vivir mejor, no sólo en adaptación a los modelos de la sociedad; sino vivir con mayor autoestima, confianza y satisfacción personal. De nada sirve ser una persona exitosa desde lo que se establece en la sociedad, si en realidad no te sientes satisfecho, en paz o conforme con quién eres.
5. Define para qué estás estudiando tu personalidad:
El eneagrama te puede dar agua, pero no puede darte sed. Revisa tus motivaciones de adentrarte en este estudio y toma en cuenta que la información sirve, sólo si se utiliza para cambiar conductas. Si vas a estudiar tu personalidad pero no sabes para qué lo estás haciendo, es mejor que no lo hagas. Descubrir quién eres y saber lo que tienes que hacer para mejorar y no hacerlo, te “dejará peor de lo que estabas antes”. Si vas a trabajar en reconocer tu negatividad, pero no estás dispuesto a aceptarla y transformarla; es mejor que no trabajes en estar consciente. Define para qué quieres estudiar el eneagrama y si estás dispuesto a comprometerte en un trabajo de desarrollo personal, antes de comenzar cualquier estudio de tu personalidad.
Recuerda que tu forma de utilizar el Eneagrama , habla más de tí mismo que de la herramienta en sí. Cuando descubras algo que te describa en lo positivo, reconócelo y apórtalo al mundo. Cuando reconozcas algo que te describa en un aspecto negativo, acéptalo y transfórmalo.
Te motivo a utilizar el eneagrama con consciencia y responsabilidad, estoy segura de que si quieres vivir mejor, éste será un camino sin retorno.
Me encantó!! Gracias !! Estoy dispuesta a encontrarme y sacar lo mejor de mí!